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Por una mentada de madre

Este pequeño cuento lo escribí hace muchos años, y se publicó por primera vez en Linkedin, en abril del 2016, siendo del gusto del público. Espero que también sea de su agrado. Por una mentada de madre  Alain Salomón Sánchez Téllez Muchos buenos negocios se pierden por causas a veces justificadas, a veces injustificadas. Pero perder el negocio de la vida, una oportunidad que nunca se presentará de nuevo, por una    mentada de madre, es imperdonable.   20 minutos. Roberto Gómez estaba como león enjaulado. Llevaba 20 minutos sin avanzar ni un milímetro. Estaba en medio de uno de esos embotellamientos de antología en el día menos adecuado. A pesar de que el indicador de temperatura del coche marcaba sólo 12'C, Roberto sudaba. La prisa por salir de ahí y llegar a su cita hacía que la corbata lo ahorcara, que su úlcera se recrudeciera y que la boca le supiera a moneda de cobre. Por fin el coche de enfrente empezó a moverse. Unos centímetros y luego se detuvo...

Enchiladas verdes

Este pequeño cuento lo escribí hace muchos años, y se publicó por primera vez en Linkedin, en febrero del 2016, siendo del gusto del público. Espero que también sea de su agrado. Enchiladas verdes  Alain Salomón Sánchez Téllez Mi nombre es Paco. Tengo 17 años y ayudo a mi tío José en el restaurante que tiene. No es por nada, pero las enchiladas que preparamos son famosas más allá de nuestro pueblo, tanto que la gente viaja hasta aquí sólo para probarlas. Mi tío José y mi tía María han tenido este restaurante por más de 20 años, y siempre han cuidado de hacer las cosas lo mejor posible. Han pasado muchos apuros, eso sí, pero nunca han dejado de hacer las cosas como al principio, "pa' que a la gente le guste y regrese", como dice la tía. "Así que ya saben: Poquito más caro, pero mucho más sabroso", le completa el chambeador de mi tío. La especialidad de la casa, como ya les dije, son las enchiladas verdes, de gallina, acompañado con café de la olla. Las en...

🖋 29 minutos

Este es un cuento cortito que escribí hace muchos años, y a quien se lo he mostrado desde entonces, le ha gustado. Ojala sea de su agrado.  29 minutos Alain Salomón Sánchez Téllez   - ¿Te invitó a salir? - ¡Guau, qué envidia!              Isabel Lozano estaba radiante y lo comentaba con sus amigas. Finalmente había conseguido ser invitada a cenar por Gregorio Padua, el director de operaciones. Fuerte, enérgico, musculoso, de tez bronceada, ojos verdes, lentes de oro, era el soltero más codiciado de todo el cuerpo directivo.              No estaba casado, pero sabía de dos o tres ejecutivas (ella era gerente de una marca de lociones) que, si bien no renegaban de sus dotes de amante, si lo catalogaban como 'especial' al hacer el amor. El término  especial  no significaba extraordinario, sino un atributo que resultaba un tanto molesto. - ¿Gay? -pregunt...